Ana M. 1945
María Gabriela Ini
Ana Miller conoció al fotógrafo Santiago Valladares en diciembre de 1945. Hacía calor y el color verde se imponía sobre todas las cosas. En seguida la indiferencia de la primera mirada se transformó en una apasionada y violenta desesperación. En esa época, Ana todavía era soltera y ya se perfilaba como una gran pintora. Los primeros fantasmas y las primeras inquietudes se hacían presentes en una obra que era aún inmadura y precaria y que cobraría toda su fuerza cuando el amor la arrinconara. Si bien en el incendio que precedió a su muerte desaparecieron todas sus obras, la casualidad logró rescatar parte de sus diarios y con ellos, parte de su historia de amor con el fotógrafo. A pesar de que Ana Miller destruyó los textos completos que aluden a los comienzos de esa tortuosa relación, (relato que Ana intentará reconstruir entre julio y agosto de 1956), los fragmentos que aquí presentamos mantienen el fervor y la pasión de aquellos primeros encuentros. La persistencia vital de aquel amor se mantuvo durante toda su vida y nos permite vislumbrar, de alguna manera, el rumbo y el destinatario final de su escritura.